jueves, 3 de noviembre de 2016

Terapias alternativas para abordar el síndrome de fatiga crónica

Aunque dispongas o no de un tratamiento médico, puedes intentar controlar tus síntomas basándote en tres principios:

1. Concentrarse en sentirse mejor: se trata de encontrar cosas que pueden ayudar a que te sientas mejor y que tengas mayor control de tu patología.

2. Múltiples estrategias: basadas tanto en medicamentos como abordajes de auto-gestión.

3. Experimentación: algunos abordajes funcionan mejor en unos momentos que en otros, o funcionan mejor para unas personas que para otras.

El éxito para controlar tus síntomas, dependerá más de tus esfuerzos y voluntad para adaptarte, que de cualquier cosa que haga un médico para ti.

La fatiga puede tener muchas causas; una es la enfermedad en sí, que utiliza energía en el intento de curarse, dejando así a los pacientes con menos energía para sus actividades diarias. Para ello, debes ajustar tu nivel de actividades para que encaje dentro de los límites impuestos por SFC. En lugar de buscar fármacos que te activen o te den energía, modifica tu vida según tu nivel de energía.

Otras causas de la fatiga pueden ser:
  • Demasiada actividad.
  • Estrés y emociones.
  • Falta de actividad.
  • Nutrición desequilibrada.

La receta mágica para sobre llevar con éxito el SFC es: comprender tus nuevos límites, ajustar tus rutinas respectando estos límites y aprender a ver tu vida de una manera nueva cambiando tus hábitos.

Al igual que la fatiga, el dolor es un límite impuesto por la enfermedad, la clave es conocer tus límites para las actividades y mantenerte dentro de ellos con técnicas como cortos periodos de actividades, cambiar de tareas, y pausas para descansar.

El dolor puede tener también otras causas además de las mismas de la fatiga como son; la mecánica corporal y factores ambientales.

Recursos para el dolor; medicación, estrategias de autogestión y otras medidas no-médicas como; mecánica del cuerpo (posturas corporales), tratamientos físicos (calor, frío, masaje…) y guaifenesin (jarabe para la tos que se supone que ayuda a corregir un defecto metabólico de la excreción de fosfatos).

Otro factor importante que abordar es el sueño, donde se pueden implementar diversos fármacos y otras herramientas como:

1. Tener un ambiente confortable.

2. Establecer una rutina.

3. Levantarse a la misma hora.

4. Limitar las siestas diurnas.

5. Utilizar la relajación o la distracción para quedarse dormido.

Dormir mal puede tener otras causas además de la propia patología:
  • Sobreactividad.
  • Estrés y preocupaciones.
  • Hábitos del sueño.
  • Alimentos, alcohol y tabaco.
  • Medicamentos.
Aprende a conocer tus límites para controlar los síntomas, no tienes por qué dejar que este síndrome gane a tu energía.



Para más información puede consultar el siguiente enlace:
 

La guía del paciente para el síndrome de fatiga crónica

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